Viajar con niños-as, adolescentes y adultos de otras instituciones, compartir espacios, conocer a personas de todo el país, vivir la diversidad como algo concreto que lejos de separarnos nos aproxima, experimentar la tolerancia y el respeto fueron vivencias únicas.
Estoy segura de que mis alumnos-as no olvidaràn jamàs este viaje; ya no son los mismos porque......SE HAN ENRIQUECIDO!!!
Cristina.-
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